¡Bienvenidas/os una semana más!
En el post de hoy hablaremos sobre la curación del tatuaje después de tu sesión láser de eliminación, una parte fundamental para obtener los mejores resultados, ¡estad atentos!
En primer lugar, debemos hacer hincapié en la importancia de una buena curación tras la sesión de láser. Seguir las pautas de los especialistas nos garantizará un resultado excelente del tratamiento.
"Los cuidados son fáciles y sencillos pero imprescindibles para un buen resultado."
Dicho esto, debemos conocer que ocurre en nuestro cuerpo y nuestra piel tras la sesión. Es habitual tener sensación de escozor o molestia las primeras horas después de la sesión. Puede aplicarse hielo seco de forma local (nunca en contacto directo con la piel) para reducir las molestias de las primeras horas.
También es normal el enrojecimiento e hinchazón de la zona tratada los primeros días. Es imprescindible aplicar una crema antibiótica (la frecuencia y duración dependerá del tatuaje, la zona, la piel de la persona,... el/la especialista te indicará). No debe realizarse exposición al sol de la zona tratada, así como deben evitarse saunas, baños de vapor, piscinas y playa. También es aconsejable evitar duchas calientes y mantener la zona tapada durante 2-3 días. Transcurrido este tiempo, lo mejor será que permanezca al aire.
Posteriormente, puede aparecer alguna costra que se caerá de forma natural. Es importante no rascar o frotar la zona ni arrancar las costras para evitar que puedan quedar marcas. Finalmente, tras la caída de las costras podrá apreciarse una despigmentación o piel rosada que irá desapareciendo de forma paulatina, recuperando la pigmentación original.
En aproximadamente 10-15 días la curación es total y la piel se ha recuperado a la perfección. Aún así, deberás esperar entre 4 y 8 semanas entre sesiones para garantizar un resultado satisfactorio.
¡Nos vemos en el próximo post!
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